Al momento de juzgar una persona o una cosa antes de conocerla, o sin tener los datos suficientes, estamos prejuzgando, para utilizar una definición propia de un diccionario. Ya sea por su vestimenta, apariencia o una terrible primera impresión, por cualquiera que sea el motivo, no deberíamos hacerlo….en teoría.
Pero quien no se forma de manera previa cierto concepto sobre algo, acaso nunca dijiste cosas como; "yo esperaba otra cosa de la película", "que cara de boludo que tiene tu hermano", "tiene una pinta de trola" o..." es un chango".
La verdad es que bien o mal todos nos formamos una imagen sobre ciertas cosas en base a nuestros propios conceptos. Es por eso que si vemos un joven y queremos saber que estudia(que no estudia y si lo hacen, también se puede adivinar), es algo que se puede deducir con un poco de atención e imaginación.
Sabemos cuales son aquellos que andan bien vestidos, usan palabras extrañas que buscaron en el diccionario 5 minutos antes de salir para ahí, y prefieren usar un maletín que una mochila. Por el otro lado tenemos las antítesis de estos otros, los que andan con el mate, la mochila, la barba y prefieren el vino cortado. Por el sexo también podemos descartar el lugar donde concurre a estudiar, hay facultades donde realmente se ve poca gente del sexo opuesto. También es cierto que acá somos bastante poquitos, y como la gente tiende a socializar con los de su estilo, si alguien no estudia lo que estudia la mayoría de los que se encuentran en cierto lugar, pegamos en el palo. También hay gente que le encanta hablar de lo que hace, aunque le vaya para el orto, pero lo hacen. Esos se venden como los mejores, hasta que aparece un compañero que los conoce y desmiente todo lo que dice. Lo cierto es que en los bailes de medicina, le pides a Dios que te detenga el corazón por 5 minutos para que alguna doctora te reanime, lo contrario que sucede en las pomadas; donde si te quedas tirado en el piso eres uno más del montón.

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