Hay veces que la vida nos pone a prueba, nos enfrenta a situaciones en que debemos tomar una decisión que puede cambiar las cosas, cambiar nuestro futuro y el de los demás. No todo el mundo tiene serenidad, firmeza y claridad a la hora de afrontar estos momentos. Estas puntos de quiebre ya han sido catalogados y muchas veces llegan a convertirse en lo que llamamos situaciones límites.

Nunca voy a olvidar uno de estos momentos. Era más joven e impulsivo. No controlaba mis emociones y la espontaneidad me gobernaba. No titubeaba en nada y el coraje no me faltaba. Es por eso que un día me enteré que en mi ciudad se estaba celebrando el desafío Pepsi, y con mi barra de amigos salimos a demostrar de lo que éramos capaces. Fuimos pasando uno a uno por el mostrador donde dos vasos con sus respectivos recipientes tapados nos esperaban, la incertidumbre reinaba hasta que te parabas frente al promotor. Te ofrecía a beber de los 2 vasos y posteriormente, luego de degustar un pequeño sorbo de cada uno, el tiempo se paraba por un instante, el reloj se detenía. El promotor te mira serio y te da un corto lapso para que pienses entre los gustos en tu boca. Luego este, con voz profunda, forzándote a sentir temor y dudas te preguntaba seriamente…¿cuál es la Pepsi?

Y en ese momento descubrí que era todo un hombre, descubrí mi temple, mi capacidad de responder a los momentos más difíciles, jugar bajo presión es lo mío. Nunca voy a olvidar mis palabras, señalando uno de los vasos con el dedo índice: “este…obviamente”.

La cara del promotor no acreditaba, no era el primero en pasar el desafío, pero sentí como su mirada se llenaba de ira y como mi seguridad lo devoraba, haciendo que una situación difícil para algunos se convertía en algo trivial. Es por eso que tengo los huevos bien puestos y digo que acepto todos estos desafíos y los que se me presenten, que se vengan Nix, Calypso Cola, Tabaré y Freskita juntos que no van a poder conmigo. No pienso dar el brazo a torcer…ya lo demostré una vez y puedo volver a hacerlo en cualquier cancha.

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