Mamá te extraño...
sábado, 29 de julio de 2006
Siempre dicen que estudiar en Montevideo es un sacrificio que involucra a padres e hijos, sacrificio no solo económico sino también emocional. Semanas sin ver a tus padres, hermanos, abuelos y tíos. Y más en el caso de la gente que se viene de más de 250 kms, se hace muy caro e imposible viajar todos los fines de semana.
Hoy le llegó a 3 cruces la encomienda a un amigo y me invitó a almorzar, junto con mi hermano. Llegamos y abrimos la caja. Para nuestra sorpresa había muchas de las mismas cosas que su madre le envía hace 6 años….y contando. Dentro había un tuco (de carne, delicioso), milanesas (no de las de carne picada y ya empanadas), ravioles, 2 tiras de asado, torta radioactiva (una torta de acelga y salsa blanca que queda verde flúor) y una tortita de chocolate (rica…rica tortita de la vieja). Pero también había una caja de alfajores portezuelo que como comimos toda la comida, nos convidó con uno.
Ver a mi amigo abriendo esa caja me hizo sentir mucha nostalgia, recordaba los momentos que mi madre me mandaba pizzas, tuco y comida que nos duraba hasta el miércoles. Y no me puedo olvidar del fainá y el arroz con leche de mi hermana que son los mejores del mundo.Pero ahora las cosas son diferentes, la caja de comidas se ha transformado en un puñado de tickets de alimentación que supuestamente equivalen a eso. Pero yo extraño la cocina casera y la comida de mamá. Por eso cada vez que vuelvo y me encuentro con un guiso soy el más feliz del mundo.
posted by Voz Independiente at 7/29/2006 04:32:00 p.m. | Permalink
2 Comments:
Creí no ser tan mala madre. Sabes?, los extraño tanto que ni siquiera cocino para quienes quedamos en casa, sino pregúntale a tu hermana. Además es una manera de que sientan la necesidad y ganas de venir a vernos y disfurtar de las queridas pizas del sábado o el tuco y asado en familia. Prometo tratar de mejorar en ese aspecto si prometes correr a los duendes.
Creí no ser tan mala madre. Sabes?, los extraño tanto que ni siquiera cocino para quienes quedamos en casa, sino pregúntale a tu hermana. Además es una manera de que sientan la necesidad y ganas de venir a vernos y disfurtar de las queridas pizas del sábado o el tuco y asado en familia. Prometo tratar de mejorar en ese aspecto si prometes correr a los duendes.